MAILFLIX #4
Hola, sí… seguimos aquí.
Y eso ya es un milagro teniendo en cuenta que esta semana discutimos por si el logo debía ir 3 milímetros más arriba.
(Por si lo dudabas: no importa. Pero igual lo debatimos durante 40 minutos.)
Lanzar un proyecto en pareja es como armar un mueble sin instrucciones:
parece sencillo, pero siempre sobra una pieza (o falta paciencia).
¿Que pasará la semana que viene?...
Recomendación Mailflix – Capítulo 4
Una historia de caos, etiquetas y decisiones compartidas.
Y un recordatorio de que no todo tiene que ser perfecto.
Ni consensuado.
Ni siquiera lógico.
👉 Menos mal que existe un sérum que no tengo que debatir con nadie.
Mi momento de paz en medio del “¿tú qué opinas?” eterno.
La vida va como va. Pero mi piel, va con ARIMA.
ARIMA no es solo una marca
Es el resultado de tantas conversaciones, frustraciones, sueños y crisis existenciales, que acabaron transformándose en algo real, simple y bonito.
Nos hartamos de productos que prometían demasiado y hacían poco.
De rutinas imposibles.
De ingredientes que suenan a laboratorio de otro planeta.
Así que creamos lo que queríamos para nosotras:
productos honestos, eficaces y sensoriales.
Que no te roban tiempo ni energía.
Solo te devuelven algo que habías perdido: ganas de cuidarte sin presión.
¿Lo vas a vivir tú sola?
Sabemos que los mejores dramas se comentan con una amiga.
Y que las historias que te hacen reír, pensar o gritar “¡eso también me pasa!” no se viven en solitario.
Si alguien vino a tu mente mientras leías el capítulo de hoy… compárteselo.
No es por viralidad. Es por conexión.
Porque MAILFLIX no es para todo el mundo. Pero quizá justo esa persona también necesita sentir que ser adulta, imperfecta y sensible está bien.
👉 Puedes mandarle esta página o decirle que se suscriba si quiere más drama del bueno.
Porque lo único mejor que reírse sola… es hacerlo con alguien que también discute por la cena.
¿Te has perdido algo?
Este es solo el principio.
Pero como en toda buena serie, hay que empezar desde el primer episodio.
Muy pronto podrás volver a leer desde el inicio, maratonear los capítulos que te perdiste o volver a ese que te hizo reír, llorar o gritar “¡tal cual!”.
Cuando llegue el momento, tendrás aquí tu archivo secreto.
Y créenos, valdrá cada clic.
Mailflix no se borra. Se relee con otra cara (y con más crema).