Rutina de Día

1.  Para despertar la piel es importante comenzar el día con una limpieza ligera. Utilizar una pequeña cantidad de "manteca de limpieza", emulsionar por todo el rostro con movimientos circulares enérgicos. 

 2.  Después, se aconseja respirar el aroma del producto, inhalando en profundidad al menos 3 veces, generando un estado de bienestar inducido por el aroma del producto.

 3.  Proceder a retirar los residuos con la muselina (en este caso con agua tibia al inicio y finalizar con agua fría para activar o energizar la piel).

 4.  Secar la piel con una toalla, creando pequeños toques que absorban el exceso de humedad. 

 5.  Aplicar 2 o 3 pulsaciones de la crema y distribuir por todo el rostro y el cuello. Asegurarse de sentir toda la piel bien tratada.

 6.  En caso de querer maquillar, se recomienda proceder cuando se absorba la crema y sintamos la piel cómoda, elástica y sensación de producto.

 

NOTA: 

En caso de una piel especialmente seca o en temporadas de más viento o frío, proceder a utilizar el sérum previo a la crema.